Uno de los mayores miedos a los que se enfrenta una persona a la hora…
Es un hecho. Cuando entramos en un ascensor con un desconocido nos viene un solo tema a la mente: comentar si el viento que hace nos está dejando helados, si el chaparrón que ha caído es muy raro para las fechas del año en la que nos encontramos o si hace calor como si estuviéramos en pleno verano. El tiempo es algo recurrente a la hora de conversar en este reducido espacio llamado ascensor. ¿Por qué recurrimos a hablar de ello?
En nuestra sociedad tendemos a dejar siempre un espacio de cortesía entre desconocidos, en el cuál no nos podemos meter a la hora de tener contacto con esas personas. Así, en un ascensor no estamos cumpliendo ese espacio de cortesía, por lo que recurrimos a mecanismos que nos ayudan a salir del paso.
Ya sea mirar el móvil, mirar la máxima carga del ascensor o al techo, una de los mecanismos a los que recurrimos es hablar del tiempo que hace.