El mundo de los ascensores está lleno de curiosidades desde que las distintas invenciones técnicas…
Excepto en los casos en que el ascensor es muy antiguo o algunos tipos de cabinas poco comunes, se podría decir que prácticamente todos los ascensores tienen espejos. Pero ¿cuándo se empezaron a utilizar y por qué? Además de por hacer más bonito el interior y hacernos más bonitos a nosotros con ese último retoque que siempre nos damos subiendo o bajando, la razón fue, en realidad, psicológico
Hay que viajar en el tiempo hasta agosto de 1957, cuando se instaló el primer ascensor con puertas automáticas. En esa época eso supuso el principio del fin de una figura que hoy tenemos casi olvidada: el ascensorista. Empezó a darse por primera vez un escenario en que las personas viajaban solas en ascensor, y eso a algunos les suponía angustia, miedo, e incluso claustrofobia. ¿La solución? Espejos.
Al colocar espejos en la cabina esta parece más grande, por lo que se minimiza el efecto de claustrofobia, además, como mencionábamos, a todos nos gusta darnos el último retoque cuando viajamos en ascensor, y eso supuso un entretenimiento que hacía que el viaje pasara más rápido. De hecho, son muchos los estudios que han demostrado que tenemos una atracción natural a ver nuestro rostro reflejado en un espejo. Y tú?