El miedo a los ascensores se debe a la claustrofobia, una fobia relacionada con la ansiedad. Las personas que lo padecen sienten que se van a quedar encerradas y les puede agobiar tanto el hecho de que el ascensor esté vacío como de que esté lleno de gente. No obstante, este miedo irracional se puede superar siguiendo una serie de consejos.
Saber que se tiene un problema y reconocerlo es el primer paso para superarlo. Así, si tienes miedo a utilizar un ascensor busca apoyo en tus seres queridos y en un especialista. Es importante ser consciente de nuestro cuerpo y nuestra mente y ser capaces de identificar los síntomas de que nos está dando un ataque de ansiedad: sudor, mareos, visión borrosa, respiración acelerada…
Estas sensaciones se pueden combatir con técnicas de relajación, como respirar despacio y profundamente, y pensar en cosas positivas. Por supuesto, hay que enfrentarse al problema y lo mejor para hacerlo es imaginarlo y después vivirlo, pero no es necesario hacerlo de golpe. Podemos subir primero acompañados por un amigo o familiar, y después solos. Te darás cuenta de que poder coger un ascensor deja de limitar tu vida y te abre muchas más puertas.
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